02 octubre 2015


La mentira es uno de los pecados más generalizados en nuestra sociedad, hasta tal punto que la conciencia de muchos cristianos  se ha insensibilizado y debilitado con respecto a este pecado.

Mucha gente cree que es imposible vivir sin mentir, por esa razón la mayoría se justifica al hacerlo, pero toda justificación es ilusoria y carece de todo fundamento, pues la falsedad y la mentira son inmorales y contrarias a la conducta que Dios requiere de sus hijos.

Esto incluye:
Falso testimonio, engaño, hipocresía, exageración, calumnias, deshonestidad, fingimiento, incumplimiento, fraudes, falsificación, excusas, doble vida, pecado encubierto, disimulos.

Debemos desecharlas de todas las áreas de nuestra vida, ya sea en el hogar como en el trabajo, con los amigos, la iglesia, la escuela, es decir de todo ámbito y relación.

Nuestra conducta debe caracterizarse por la honestidad, la honradez, la integridad, la sinceridad, la transparencia y la veracidad.

Una sociedad asentada sobre la mentira y el engaño está destinada a desmoronarse.  
Miguel Rosell

1 comments :

Detesto la mentira absolutamente! Es el cancer de toda relacion humana. Imposible entablar amistad con alguien que recurre a la mentira como recurso fácil.

Un beso!

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