02 septiembre 2016



Hace poco veía un reportaje de televisión donde se hablaba de la infidelidad y una mujer llamó hablando de algo que había pasado hace ya 10 años. Decía : "...y cometí el error de perdonarlo dos veces".

Esto me entristeció, primero porque era lamentable ver como esta mujer cargaba un resentimiento de 10 años en su corazón. Por otro lado me hizo sentir  triste comprobar que hablaba del perdón como un error que había cometido.

Amigos, cada uno de nosotros tiene la oportunidad de vivir de acuerdo a su decisión pero en definitiva no podemos cargar con resentimientos, dolores y rencores que solo hacen nuestra vida mas difícil.

Perdonar  no es un acto de "misericordia divina", sino que es algo que hacemos cuando queremos ser libres de esa carga. Lejos de lo que muchos piensan, el perdón no es un beneficio para la persona "ofensora" sino un beneficio, y muy grande, para la persona "ofendida".

Perdonar, algo que de momento quizás no sea fácil es ciertamente una de las mejores armas que tenemos para vivir tranquilos, amando a los demás y sin cargar la pesada carga del resentimiento y la amargura, mas pesados que el mismo acero sólido.

Recuerda que en cualquier momento las personas amadas a quienes tal vez, les guardas un resentimiento, pueden ser llamadas por el Señor. ¿Acaso deseas cargar con el resentimiento por el resto de tu vida?

Decídete a ser libre, y en el nombre de Jesús perdona para ser libre.

Comentarios:

Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.